Cartas Vol. III

poema de Atlayxes

Últimamente ya no te pienso tanto, y eso es digno de admirar.
Han pasado días sin verte, ni buscarte, y al menos en este momento no siento que me falte el aire para respirar, que me faltes tú en los pulmones.
Desde hace un tiempo que ya no me despierto llorando en las madrugadas rogando por aunque sea un ápice de tu atención.
Ya ni mis sueños se atormentan, creo que hasta ellos se han dado por vencidos.
Yo lo intenté, por mi no quedó.
Ya han pasado meses desde nuestra separación y me da miedo jamás ser capaz de olvidarme de ti,
y superarte,
y continuar con mi vida, y volver a ser feliz. No es como que tú me quites el sueño pero que difícil me haces mi vida,
que dificil me haces seguir siendo yo.
Tus amigos dicen que no vales la pena, que no entienden el porque de mis desvelos. Creo que ellos no te conocen tan bien como yo lo hago, creo que esa faceta tuya de enamorado solo yo la había conocido.
Ya no te escribo tanto como antes,
tampoco, para variar.
Te escribo cartas que se que nunca abrirás y nunca leerás, pero me complace aunque sea un poco pensar que mínimo en mis pensamientos divagantes encuentras mis escritos y sonríes aunque sea un poco al leer todo lo que para ti he hecho. Que no es más que gracias a ti.
Me sigues poniendo nerviosa al verte, sigo sintiendome menos, inferior, una basura.
Creo que nunca estaré a la altura de ti, por más que ponga todo de mi para que esto funcione.
Tengo miedo. Me da pavor nunca ser capaz de olvidarte.