Bolígrafo azul

poema de Atlayxes

Con mi viejo bolígrafo.
26.02.17
Con un antiguo bolígrafo color azul plasmo en una libreta rasguñada y herida todo aquello que mi boca se niega a coloborar para expresar.
Sobre una rasgada y descolorida libreta vieja color azul escribo todo lo que me aqueja y me hace llorar hasta quedarme dormida por las noches.
Con un súeter ya deshilachado que solía ser negro y ahora pinta más de azul,
Con una camisa color verde oliva como aceituna que ahora ya se quiere pintar más como gris noche de aguacero.
Con mis manos cansadas y temblorosas, titubeantes, dolorosas, marcadas ya por los años y los callos.
Con mis tatuajes que van perdiendo tinta, las frases de mis padres, uno en el infierno y la otra en este puto infierno en vida.
¿Qué calcina más que estar en una olla de aceite de oliva hirviendo?, ¿Por qué oliva? Porque en mis sueños Satán me dijo que era vegano.
Con un viejo ya bolígrafo azul... Va perdiendo tinta, va bajando como agua en pileta, rapidísimo, como crecimiento de niño entre los dos y cinco años.
Mi libreta está cansada ya..., mi bolígrafo ya se quema al sentir mis manos presionándolo fuertemente. Ya hierve, me dice. No es el mismo de hace años y ya quiere descansar, exige una jubilación.
Con mi vieja libreta de pasta, despegada. Dolida... ¿Quién aguantaría más dolores que tu libreta? La incondicional.
Con un viejo y roto bolígrafo azul escribo mi día, mis vivencias, mis recuerdos, mi poesía. Las cosas que riman, las frases que no coordinan en sílabas pero sí que acomodan.
Ya está roto y cuarteado mi pobre bolígrafo. La tapa se perdió hace años. Tiene fisuras y en ocasiones debido a tan fuerte presión se me crean pequeñas llagas en mis dedos. Ya mi viejo incondicional me lastima, me hiere. Eso no me sorprende, eso lo hacen todos.
Mi vieja libreta ya no da para más, ya no tiene hojas, ya no tiene espacio donde pueda escribir más. Al igual que mis viejas manos que ya se cansaron de crear, de pensar, de admirar, de sentir, de recordar.
Les daré su debido descanso. Mi bolígrafo me pondría una demanda si tan sólo alguien aparte de mí fuera capaz de oírlo.
Pero yo soy benevolente. Soy magnífica, omnipotente, al menos para él. Así que decido tomarlo, romperlo en dos y tirarlo a un bote de basura. ¿Qué, esperaban un final feliz? Mi viejo bolígrafo conoce mucho de mí, no podría ni aunque quisiera dejarlo con vida.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Sin fisuras,me fascinó,y el final maravilloso,saludos escritora brillante,un gusto conocerte.beso

Critica: 
María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Excelente escrito y como en tu historia lo viejo termina, queramos o no queramos. Saludos.

Critica: 
Ángel7

Me dio curiosidad leerte un poco mas, estas lineas me gustan mas,tienen menos vilis, mas nostalgia,mas de ti.

Critica: