Primer calor

En un lugar del corazón,
en ese inmenso edén,
entre fuentes de agua y vegetación,
vibra en el centro,
una conciencia prístina,
una razón nacida del sentimiento eterno...

Esa energía que inicia procesos propios
de un sistema complejo,
tan complejo para ser entendido
por la racionalidad;
procesos eléctricos orgánicos,
químicos, lógicos, determinados,

Esa magnitud incalculable,
que no puede circunscribirse
solo a una definición escrita o hablada,
está representada en este plano,
está presente en la mayoría de veces,
en el sinfín de identidades y de existencias,
que habitan y cohabitan en el mundo conocido,
que por ser tan usual,
se confunden con los temas ordinarios;
pero no, no nos equivoquemos,
no hay nada más extraordinario que sea tan cercano.
Esa energía ancestral y poderosa,
nos impregna, nos protege, nos llena...

Esa naturaleza original,
que se mantiene inmarchitable
a pesar de los ataques inconscientes,
a pesar de las extrañas formas
o puntos de vista obscuros;
nos da abrigo en cualquier confín,
a pesar de cualquier tropiezo,
a pesar del cansancio, de la enfermedad,
a pesar de tantas taras u obstáculos
inherentes al plano existencial que nos toca vivir...

Ese milagro nos es evidente,
cuándo alguien nos da un pequeño golpe,
y se nos oye el llanto...

Cuando alguien nos acoge en su seno,
nos prodiga calor...

Algunos la denominan con una palabra que comienza
con la letra:

M...

Otros solo sienten el olor de las flores,
el color de la misma creación...