Llovizna
poema de Centinela Azul
Dulce pasión encuentro
en un atado inédito de palabras y flores...
Observo cada renglón,
percibo el aroma.
Pronuncio la elegante frescura
de un rumbo que tiene el nombre de mujer...
Sigo ese camino,
me pierdo entre sus hojas
y en todo el color azul
que disparan las escenas de madrugada...
Ya no soy yo, soy lo que me une al mar,
a la comisura del labio de un dios
que no quiere reír ya,
que comienza a llorar
porque pierde un lucero de su bóveda,
de su tierno y espectral lugar...
Pienso,
luego siento...
Vuelvo a pensar
en que las mañanas no deben ser tan azules
Siento que quizás puedes ser tú...
¿Serás tú...?
¡Alegre final de un día innominado...!
¡Podrás ser!
¿Te quedarás...?
Comentarios & Opiniones
Gracias Amor...
Después de todo, ¿Quién no querría quedarse?