No seamos ordinarios.

Siempre oí que a la gente buena le pasaban cosas extrañas, no lo había entendido hasta que decidí ser buena; decidí volver a ser mejor amiga, decidí apoyar a los desconocidos, decidí tomar muchas decisiones y fue allí donde descubrí que en la noche lloras porque te hace falta el corazón que regalaste, te hace falta el consuelo que no dudaste en brindar y a veces no recuperas las cosas perdidas.
Nunca recibes lo que diste, a pesar de que siempre trataste de hacer una linea recta sin regla, tratabas de dibujar el círculo perfecto sin transportador, pero nos toco borrar varias veces, hasta que logramos buscar cierto estereotipo; el dinero que pensamos que es vivir la vida; la fama que muchos creen es el camino, incluso establecer vínculos socio-afectivos hace que nos veamos menos vulnerables. Pensar en que la felicidad es comprar artículos del mundo, crearse como persona, tener la figura que la sociedad ha hecho para nosotros ha hecho que seamos ordinarios.
Ya no hay borradores para el pasado, pero si tinta para el futuro, para lo extraordinario; el conocimiento y la huella que logremos marcar en el día a día. ¿Qué huella marcaste hoy?¿Cuál será la de mañana?