Fin del principio

Acaso la noche danza sobre los pensamientos de los vivos y el atardecer se deja conquistar de la fortuna de las almas que amanecen esperando que el recuerdo se convierta en otro momento, pero de esas tierras donde el amor se oculta sereno junto a la locura, en su suave alcurnia nuestros ojos revelan otros cuerpos buscando tu piel entre mis más raros sueños, buscando tu alegría que era de mi propiedad y el oleaje del viento fracasa
uniendo los cuerpos pues sabe que solo en sueños son dignos de mirarse sin hacerlo, del cielo y las estrellas arropa al dulce murmullo dando cancioncitas de amor entre los muros del vecindario.
Parece que el hilo rojo no se convence de que exista el tiempo, ni el espacio es como si el amor verdadero viviera en camas distintas pero comparten el mismo universo y Dios se posiciona en el puente que conecta a los que se aman sin matrimonios innecesarios, sin votos prestados con palabras porque el amor no entiende de nada de eso, el absurdo del amor camina sobre el murmullo del frío pasado para borrar tales huellas y maquetar el futuro, del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer como dijó Cerati. Solo del amor nacerá la promesa de un mundo sin tantos agujeros, sin tanto dolor. Bendito apocalipsis.