Conexiones

Estás frente a mi y contemplo la silueta que proyectas hacia el suelo con el fino roce de los rayos del sol.

Ese instante que todo parece avanzar lentamente, cuadro por cuadro, aunque quiera correr hacia ti, avanzo lentamente.

Alzas tus delgados brazos hacia mi y como una danza te tomo con los míos.
Te abrazo, me abrazas, el calor de ambos se mezcla como una llama.

Siento el latir de tu corazón sobre mi pecho, mientras el mío lo busca con desesperación.

Nuestros ojos se miran fijamente, que como ventanas, nuestras almas se comunican sin habla, deseosas de volverse una sola.

Tus rosados labios me incitan a acercarme, los humedeces y resaltas aun mas su textura volviendose rojizos.

Es tanto el deseo que despiertas en mi ser, me me muerdo el labio inferior para contenerme... mala idea, te deseo aún más.

Percibo que respiras agitada por tu boca, y cada inhalación es como una cadena que me atrae hacia ella.

Aun no te beso, pero nuestros respiros ya tienen su amorío.

Tiemblan nuestros labios, se rozan, se reconocen y en el siguiente segundo, el tiempo se dispara provocando que nos besemos apasionadamente, nos devoramos, nuestros corazones explotan, nuestras almas se funden en una, nuestros cuerpos no tienen principio ni fin.