EN LA CALLE DEL OLVIDO
En la calle te encontré perdida,
elegante y bella, sobre todo bella
como un sueño de juventud casi olvidado,
perdido en lo más profundo de mi memoria,
te encontré, perdida en la calle del olvido.
Recuerdo tus palabras de amor
con aquella voz de miel,
tu sonrisa, tus silencios
o tus manos blancas y pequeñas
acariciando mis mejillas temblorosas.
Recuerdo tus abrazos,
tus caricias y consejos,
tus reproches a la hora de la cena,
tus enfados casuales
tu mirada, profunda y cálida.
Te recuerdo junto a mi cada mañana
al morir la noche,
tus cabellos tapándote la cara
en la paz que da la cama al despertar.
Te recuerdo caminando por la playa
buscando conchas de colores,
limpiándolas con dulzura,
feliz y alegre,
contagiando emociones,
saltando entre las olas pequeñitas,
escapando de las grandes,
regalando amor.
Te recuerdo el día que te fuiste
sin decir nada,
sin despedirte
así sin más, como si no existiera.
Te busqué sin encontrarte,
te añoré con fuerza,
lloré tu ausencia cada noche,
juré cambiar si te encontraba
cuanto fuese necesario
para tenerte junto a mí
y amarte.
Amarte como aman los cometas
a la brisa del verano cuando canta el viento.
Nunca te encontré.
Aprendí a vivir de tu recuerdo,
de los días que fuimos tan felices,
de las noches de amor sincero,
de tus labios al besar,
de tu aparente inocencia,
pero nunca te encontré
y créeme, te busqué
en la noche y en el día,
en verano y en invierno,
te busqué con desespero.
Fracasé.
Ahora estás ahí
al otro lado del cristal de la ventana,
tan hermosa como siempre,
más mayor, claro está
pero hermosa y bella
como te recordaba.
Ahí estás ahora
junto a él, quien fue mi amigo
y me engañó, tú también.
Se encontraron vuestros labios en mi ausencia
luego vuestros cuerpos
una vez, dos, tres
y luego amor y sentimientos.
Ahora os veo
cogidos de la mano
paseando vuestro amor
el que un día fuera mío
y se fue sin decir nada
sin despedirse
y me olvidó.
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Comentarios & Opiniones
Qué triste escenario amigo, y qué actitud tan humilde tomas frente a la felicidad arrebatada de tu vida, una búsqueda insconsciente que haces de ese amor que añoras en esa calle del olvido que aún todo lo recuerda. Magnífico! Un abrazo!
Gracias Penélope, afortunadamente no es mi caso. Es una historia sobre un compañero.
No por repetida resulta menos dolorosa, en situaciones así uno no sabe a quien culpar más, pero el amor, ni distingue ni reconoce culpas, porque realmente quien lo controla. Muy bueno tu poema, cielo de estrellas Moisés, feliz tarde
Precioso poema,pero a veces el amor es tan incontrolable,los sentimientos a veces juegan por su cuenta ,algo que no puedes controlar ,aunque quisieras,un abrazo
Elvi, Pilar, Joelfortunato, mi más sincero agradecimiento después de estos días sin posibilidad de conectar con Poematrix. Un abrazo a todos.