El año que viene y que pasa

poema de chipi

Tiempo de desear deseos,
tiempos objetivos en suspensión,
esa luz infinita sin cuenta a pagar
para los seres queridos; el amor, la paz,
el selecto mensaje que nos une,
la fraternal hermandad que nos sonríe
y una inusual sonrisa colectiva.

Miradas encontradas al unísono
en un jovial encuentro pactado,
revelación de un Jano de dos cabezas
por un solemne y celebrado principio
con un acelerado y sonoro final;
regias campanas a medianoche
que nos devuelven al casilla de partida.

Planes de futuro, deseos del pasado
en un eterno obsesivo círculo vicioso,
una redentora renovación catártica
qué se diluye tras la inducida emoción,
que espera trescientos sesenta y cinco días
y se vuelve a rehacer ilusionada,
porque el sueño es transformación.

La fe siempre se renueva
para que podamos seguir soñando,
proyectos, fantasías y despertares;
el primero sueño nos despierta,
nos conduce de la mano
a nuestro propio conocimiento,
el alma suspensa un año más.

Feliz año una vez más.