HANAGATA (cuatro cuentos de gatos)

poema de Ambukkazoo

Hanagata

Al otro día del asunto. Esas resacas que no son de alcohol barato ni música triste, si no de las que te dejan el abandono, la casa vacía, las ausencias de seres y rutinas.

Volver a la calle con temor a la realidad, con esa brillante luz solar en los ojos,

La misma calle, aunque no es igual la prisa. Tropezarse con una caja de cartón llena de gatos bebes aun no destetados, en abandono igual o poco distinto al tuyo,

Expuestos a una adopción anónima, que les salve del peligro de la calle misma.

Escoger al más desvalido esquelético y legañoso con mano temblorosa como quien refugia tu reflejo del espejo.

Llevarle a casa y ofrecerle de comida lo mismo que a ti, sin la mesa y sin la silla que se llevó el abandono un día antes de tu resaca. Y hembra la cría, y cerrados sus ojos, pintada de mil colores ,es lo más chusco que han visto mis ojos, pero quien se atreve a definir chusco en un mundo de tanta falsificación y fraude?.

Los días pasan y los ojos abren, los tarros vacíos de leche se apilan en la esquina de la cocina y el fruto de tu adopción crece y llena el vacío, con maullidos y trepazones sobre la manga de tu pantalón y podrías llamarle hija o bebé, pero Hanagata es su nombre, que en japonés significa en forma de flor.