Para un amor que quiere la independencia. Cataluña.

¿Y cuántas barricadas te inventaste?
¿Y cuántos "fin del mundo" hiciste tuyos?
No te pedí cariño en mi lenguaje,
pero quise que hablaran nuestros mundos.

Si en mi salón no encuentras caracolas,
si sientes que ya todo está perdido,
yo nunca seré cárcel ni derrota,
no tienen dueño el tiempo ni el destino.

Pero si el alma vive en tu garganta
y yo mantengo el puño bien cerrado,
¿por qué no compartimos esperanzas
y pintemos "mañana" en nuestras manos?

No me olvides en nombre de cualquiera,
no me niegues el agua de tus labios,
aun no ha dado su fruto en nostra terra,
el árbol sin bandera que sembramos.

Porque no entiende de reyes,
Nena, el amor verdadero,
porque no saben de leyes
el verderón y el jilguero,

abre puertas y ventanas
porque lo mismo que el viento
no reconoce aduanas
ni suena en ningún acento,

silbarán nuestros colores
y volará nuestro miedo
y así ya solo las flores
podrán dar la vuelta al ruedo.