Despedidas grises.

De todos los renglones que he parido,
un bisílabo siempre está presente
y sigue en la estación de lo perdido
buscándote entre el ruido de la gente.

Habita en mi desván cual poseído
que escupe a tu exorcismo indiferente,
lo llevo en mi interior porque ha dolido...
dos sílabas, dos cruces en la frente.

Revivo aquella escena con vehemencia
y caigo, como caen los dominós,
mezclando la cadencia y la frecuencia.

El eco me derrumba con violencia,
adiós; adiós, adiós, adiós, adiós...
y desde entonces muerde mi conciencia.

Comentarios & Opiniones

Aldebarán

Palabras llenas de sentimientos, que hacen pasear al lector por todo ese tormento, que significa el adiós. Excelentes lineas. Mis felicitaciones respetuosas y sinceras.

Critica: