Carne.

Tú, ese pájaro negro
que ayudó a un lobo exiliado,
cánido con cicatrices,
rey de fantasmas y caos.

Yo, una vela encendida
en medio del apagón,
refugio montaña arriba,
calma para el desertor.

Y aquí seguimos bailando,
coqueteando con morir,
que importa que se hunda el barco,
tocando llegará el fin.

Sabemos que nos persigue
la bruja del desengaño
y su conjuro resiste,
no nos deja enamorarnos.

Al menos vamos sin hambre,
sírvete cuanto te plazca,
ya está en su punto la carne,
sin compromiso y sin alma.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Fuerte embrujo, un gusto leerte! saludos cordiales feliz año nuevo beso.

Critica: 
Felix

Un buen escrito Carlos, un placer leerlo. Saludos!

Critica: 
Xio

Juan Carlos como siempre un placer visitarte, felicidades en este año que recién comienza, recibe un abrazo cordial poeta,

Critica: