DIME PALOMA

DIME PALOMA

Por el silencio de tu ventana
en la que hoy reina la soledad;
ya lo comprendo; que estás lejana;
y bien, yo creo; todo es verdad

Huyó en la noche, cuando la calma
cual fiel amiga la acompaño
de igual silencio padece mi alma
desde ese entonces en que partió.

Sentado a orillas de aquel camino
está esperando mi corazón;
y en los reveses de mi destino
perdida creo ya la ilusión.

Cual en su casa... quedó en mi vida
despierta y viva la soledad;
sangra mi pecho tras honda herida
ay! sí. No creo yo en tu crueldad.

Qué mal lo hiciste... Dejarme solo.
Por qué te fuiste, dime paloma,
pues en mi alma, frialdad de polo
sin tu cariño tan sólo asoma.
CAEZ