Pequeña muerte.
Y así fui muriendo de apoco
Entre sorbos de un vino añejo
Traspase las puertas del misterio
Fui abriendo lentamente tus caderas
La curvatura de tus galaxias
Se inclinaron frente a mi yo
Que irradiaba ternura punzante
Las estrellas erectas de tus perlas
Me apuntaban feroces,amenazantes
Tus manos tibias me contenían
Como un pozo de sueños
Viaje montado en un centauro..
Por tus oscuras montañas de fuego
Traspase la rosa roja que adornaba
Tu rostro de esfinge de marmol
Tus boca me tragaba entero
Sentía el palpitar de tus sienes
De nácar y flores, perfume de jazmin
Y azucenas silvestres
Bebí tu sombra a cantaros
Aje tu ombligo mundano
Mientras mis manos se aferraban..
A tu enmarañada cabellera
Fuiste mi gitana, mi hechicera
Adivinaste mis sueños de hombre
Mientras corrias presurosa y ....
Tus ojos me contemplan ajenos
Como queriendo tomar para si algo
La piel trémula de tus mejillas sonrosadas
Tímida antes los embates cálidos del verso
Que salia y entraba con un ritmo cadencioso
Fueron siglos que camine en tus cabellos
Tus entrañas no me fueron ajenas
Moría dentro de ti y tu te entregadas
Cálida,infantil, mujer-angel salvaje.
Comentarios & Opiniones
Belleza, elegancia, sensualidad, erotismo, misterio. Todas tus señas de identidad confluyen en este hermoso poema. Un fuerte abrazo, hermano.
Gracias querido hermano, un gusto como siempre tus comentarios.
Precioso y sensual recorrido por el magno acto del amor, divino poema con un erotismo culto y atrayente, abrazos sinceros mi querdo
Carlos, siempre un placer la visita, feliz tarde amigo.