El mal del marinero.
poema de lexur

*Nada es real,
solo este barco podrido
—útero de madera y sal—
que construimos creyéndonos dioses.
navegamos en mares lúgubres,
en su mueca de peces de oro,
mientras la noche vomita olas
y nosotros,
ciegos de tanto mirar el abismo,
seguimos remando.
¿Qué es la tierra?
Una promesa que se deshace en el horizonte.
¿Y el cielo?
La cicatriz de un dios que se suicidó.
Aquí no hay puertos,
solo el ritmo del remo
marcando el compás
de una canción que nadie escribió.
Y sin embargo,
¡qué hermoso es este naufragio!*
Lexur.



