Días de abstinencia

Lo que menos importa en tiempos de encierro son; cómo lo estás sobrellevando, que tantas crisis tuviste, que tan deprimente son tus días en cuarentena.

Promesas.

Cuando nos veamos, te abrazaré tan fuerte que se te olvidarán tus penas.

Cuando nos veamos, te llevaré a lugares en los que puedas despejar tu mente.

Cuando nos veamos, estaré con vos escuchando tus quilombos.

Cuando nos veamos, querré que me cuentes que pensamientos te estuvieron por llevar al borde de la locura.

Cuando nos veamos, tendrás un hombro en donde llorar.

Es bonito fantasear e idealizar, no?

En días de abstinencia

De buenos días, recibís fotos de un pene

De buenas tardes, recibís fotos de un pene

De buenas noches, ¿Qué esperas recibir? Fotos de un pene.

-Dale, decime que te gusta, sé vulgar conmigo, dale no seas tímida, cómo no te va a gustar.

-¿La tengo chiquita? No tengo miedo al rechazo, decime que tan grande la tengo.

-Que no sabes en las posiciones que te pondría y lo bien que te comería.

Los placeres carnales y el deseo, no terminan nunca.

Cuando nos veamos no quiero un café con vos, quiero ir al motel.

Cuando nos veamos no quiero escuchar tus mambos, quiero oirte gemir de placer. Cuando nos veamos no quiero abrazarte, quiero azotarte.

En días de encierro no quieras intentar entablar conversación con gente nueva. Esa gente no te lee, no le interesas vos.

En días de abstinencia a muchos no les viene mal el autoerotismo.

En días de angustia y abstinencia no queda de otra que buscar un estímulo que nos quite esas ganas por unos minutos.