Particular extrañeza

poema de Caféyveneno

Empecé a extrañarte
cuando esas dos esferas refulgentes que se posan en tu rostro
Ya no me iluminaban

Cuando el contacto de nuestros labios
se asentó en una insistente y soporífera rutina

Te veo a siglos,
estando a escasos centímetros

Haces caso omiso al bullicio de mis vísceras,
a este estropeado corazón
que pide a gritos compasión

Basta con decir adiós,
pero te hace feliz residir
en el paraíso para mudos