IR o SAlir

IR y SAlir no eran solo palabras,
eran nombres, de conceptos
y nostalgias parecidas.
IR y SAlir no iban juntas
pero escribían similar,
pensaban similar,
sentían similar.
Si tuviese que elegir,
no sabría si IR o SAlir.
Me gustaría IR si su camino
me eligiera para ser
participe de sus aventuras,
para vivir tan fuera
de mi regazo, que cada
día despertara siendo
un turista.
Por otro lado amaría
SAlir si me tomara de la mano
y me invitara a seguirla
a dejarlo todo, a recrear
aquello previamente creado
de forma distinta
y más apasionada.
SAlir es adecuada.
IR es descubrimiento.
Recuerdo IR y venir,
fue tan poco, tan corto,
pero tan huella-marcante.
No tengo historia para SAlir,
solo quizá fantasía,
quizá solo anhelo.
No depende de mi elección,
pero quisiera ser elegido.
Tengo la intuición de
rodearme del camino.
Solo allí, donde el
camino es tan real
como sus sueños,
sabré haber elegido la
finalidad de IR o SAlir.