El chico deseado

poema de Mir BM

Ame cada parte de él, desde su ansiedad hasta ese parpado caído que le daba un toque a ese hermoso rostro, ese rostro que me llevaba a una opulencia impar, me encantaba tanto su sonrisa y aunque sé que no era perfecto, para mi si lo era, el sabia como cambiar mi estado de animo de un momento a otro, solo bastaba que sonriera o estuviera frio como el hielo, que me diera un gesto con un modo etéreo, que al mismo tiempo compatilizaba en sus abultados y primorosos labios, un chico tan indiferente, tan peculiar, distraído, sin mostrar alguna emoción, no había nada que le cambiara esa mirada desdichada, aunque también estaba lleno de dudas, miedo e intrigas, colmado de pensamientos, queriendo explorar sobre mujeres y personajes, yo odiaba que se sintiera atraído por alguien más, odiaba sentir un poco de competencia, porque sé que cualquier mujer es mejor que yo, sé que lo amaran, de eso no tengo ninguna duda y quien no lo ame es un adoquín, ¿no sé porque demonios no lo están haciendo?.
Pero también sé que si el me diera un poco de lo que yo le ofrezco y si sus sentimientos me los entregara yo los cuidaría y el estaría feliz de toda esta atención y docilidad que le he puesto, no le quedaría la menor duda al saber que soy esa chica, su chica, pero no, el solo dice, ¨ no me presiones¨, ¨no me obligues¨, ¨es lo único que te puedo dar ¨ y yo por no querer verlo partir acepto feliz, porque me encanta verlo en mi cama, viendo cómo se acerca a mi para cogerme y regalarme momentos que añore en un pasado, es difícil mi sentir, el no ser correspondida. De verdad amo como es, adoro tanto su sonrisa y esos lindos ojos que brillan, su olor me hechiza, me vuelve loca, es tan genial irse y que quede penetrado su olor en mí piel, en mi ropa, en mi cama y después recordarlo a cada rato que aspiro su fragancia, no quería que fuera perfecto, me encariñe de su forma de ser, frio, seco, serio, lógico, indiferente y un poco rudo.
Pero cuando se daba a la tarea de querer sentir algo por mí, se domesticaba totalmente, me mostraba su lado frágil y me daba a entender que no había nadie más que yo y el me lo decía, yo como tonta le creía siempre me creí sus historias de alcohol.
Hasta que por fin me di cuenta de mi realidad, él amaba a alguien más, esa mirada ya le pertenecía a otra y ella lo utilizaba como el a mí, lo buscaba cuando el tonto aquel a ella la traicionaba y se burlaba en su cara y esa era excusa para buscar a mi amado, para llamar su atención, para que cayera atrapado en su cama llenándolo de placer y orgasmos que yo quería entregarle, él se sentía usado y se juraba no volver, ella celebraba su traición y venganza, el, me recordaba tal vez y piensa en cómo me debo sentir, esa mujer que da todo por él y no puede entregarse por completo, como me desvivo y cuanto le he llorado, aquella tonta lo esperaba ya no quería ver la realidad, esa realidad que duele que te atrapa el alma que te mata lentamente, él era todo para ella y ella para el solo era su comodín.