Mi loto de hielo

poema de Bell

Como un loto de hielo,
mi corazón abrió,
se llenó de ternura,
de pasión y amor.

Entre colores y dolores
mi invierno pasó,
porque una hermosa chica
mi vida el alma alumbró.

No hay tristeza,
no hay rencor,
tal vez melancolía de
lo que sucedió.

Con paciencia y sabiduría
diste mi corazón,
una savia de luz y calor.

Hoy mi alma está contenta,
tranquilo mi corazón,
pues sabía que un día nuestro
amor florecería,
y entre flores de loto brilló y creció.

A una hermosa chica,
que un día abrió mi corazón,
como un loto de hielo descubrió mi interior.