Yo, felino

Yo, felino por tu aroma provocado,
te sigo con los ojos pentrantes,
discreto como tigre embelesado,
contengo mi hambre palpitante.

Te desplazas risueña y sin cuidado,
veo confianza serena en tu juego,
pero el mío es más fuerte y es de fuego,
porque tu cuello me tiene obsesionado.

Atrapo tus miradas retadoras,
tu ego espera a un cachorro ilusionado
como tantos que tras tus pasos enamoras,
mas tu cuerpo pide un tigre musculado.

Se acabó el valle seco de tu calma,
me encuentro a distancia peligrosa,
te veo frágil, como el dueño de tu alma,
mi boca hambrienta está en tu cuello:
¡cosa deliciosa!

Estás en mis garras y tu pulso se enloquece
al sentir mis caricias de poder cargadas,
beso tus labios; todo el valle se humedece:
Y tú sonríes al saberte equivocada...