Curva del humo del cafe

Hoy en la tarde el café recién colado y yo nos la quedamos esperando. Claro pareciera más llevadero porque como consuelo el aguijón nos dice If blood will flow when flesh and steel are one qué vaina con estos tipos que nos rodean que nos tropezamos que nos obligarán a vivir con ellos y siempre denunciarán nuestros pequeños detalles ya dichos contados enumerados porque si no fuese así cómo explico que estoy Drying in the colour of the evening sun para poder entender ese manuscrito al lado del portalápices azul no me parece suyo que no entiendo su falta de tintas para desconocer su letra para perdonar el error ortográfico de la última la mejor línea que por supuesto usted viene y me aclara es un juego de palabras rosa/rozar me impuso de repente la memoria concreta del nuevo olor traído por la rosa que me mata rozar porque está exactamente en la entrada de mi casa no se haga esa pregunta sobre cuántos dolores si comulgamos con los chamos y su sed común y reconocida claro si es la misma nuestra que no tiene edad y resiste al tiempo porque se queda del lado de allá de la ventana abierta para volver a crear ese encuentro del que aun no se me pasa la borrachera el sabor lejano de no haber dormido en paz la falta de descanso la repetida agonía final y el morirme escuchándole y gritándole la pertenencia mutua antes de reposar en los marasmos obligados por nuestros pequeños límites propios de mortales y varoncitos aunque por ellos sobrevivo y disfruto Sí disfruto del dolorcito vago porque me siento cómplice de su verdadera única causa que no me va a dejar marcharme nunca de esta certeza aunque no me permita tampoco superar el trance de Lets we forget how fragile we are…