desordenadas historias de amor

desordenadas historias de amor
habitan su pecho
y desnuda se mira
ante su espejo

ya olvidó
las lágrimas
que perdió
a metros del lugar donde trabaja

su soledad
baila
entre la televisión
perfumes y novelas de Violena

sus labios tensos
fuman un cigarrillo
luego sus ojos se cierran
para dormir una siesta

y hoy
mientras espera
se deleita con mirar
el reflejo del sol
atrapado
por gotas
de agua
de mar
en un caracol