Lo desconocido de tu prescencia

Mientras mis sueños se acercan a tus piernas
y mis ojos miran a la nada,
no hay sabor más fétido en mi lengua
que el sabor de tus besos vacíos,
la sensación de tu abandono,
la penuria de tus caricias,
el temor a lo desconocido.

Bien sé que a tus miradas nunca les faltó dirección
y tal vez quería más de tu esencia,
como tus colores perdidos
y tu resplandecer, en el que naces,
nuevamente, como mariposa de su capullo.

Total, si eres más maravillosa de lo que mi vista puede captar,
y mis retinas no pueden descifrar tu secreto,
te declararé entonces que me gusta persistir en el limbo de tu existencia
y viajar en tus brazos a territorios inhóspitos.