Nos queda

poema de Dikia

Nos va quedando el eco,
de lo que fuimos
y lo que aún podríamos ser
si escucháramos con el corazón descalzo
la voz antigua de la tierra.

Nos va quedando la piel sin mapa,
el alma sin raíz,
la lengua disuelta en normas
que no saben pronunciar
ni el nombre secreto de la madre
ni el sabor real del pan compartido.

Nos prometieron un mundo sin fronteras,
pero nos robaron el territorio del alma,
la geografía de nuestros abuelos,
los cuentos que se contaban
sin prisa, al fuego, con ojos brillantes.

Nos uniformaron por dentro
y ahora vestimos ideas prestadas,
masticamos palabras sin origen,
compramos identidades en serie
como si fueran souvenirs.

Pero no todo está perdido.

Nos queda la memoria del cuerpo,
el estremecimiento ante lo verdadero,
el llanto cuando algo nos toca hondo,
el arte de reconocernos en el otro
aunque nos separen idiomas, banderas o algoritmos.

Nos queda el derecho a reaprender el asombro,
a mirar despacio,
a preguntar quién soy,
a decir que no
cuando nos quieren silenciar con comodidades.

Nos queda la ternura como trinchera.
La resistencia de una semilla.
El gesto pequeño que devuelve sentido.
El alma que, sin rendirse,
vuelve a cantar.

15/04/2025
©Dikia

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Corazón de flores

Nos queda el tesoro más valioso, oculto en lo profundo del ser. Ese que nos ilumina cada oscuro rincón con su Luz de Amor y Fe. Mientras nos quede eso, lo tenemos todo. Buen trabajo. Saludos desde Uruguay.

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