Enfermedad.

Vuelvo a escuchar mi voz por un páramo olvidado,
resonando en los cielos en un viento solitario.
Vuelvo abrir mis ojos hacia a ti;
horizonte donde navega mi alma,
rubor de aves soñadoras.

Volví a sentir un calor descomunal
alimentado por la carne de la herida
escuchando la burla de la existencia,
ayer, tan solo ayer volví a sentir cada
parte de mi cuerpo, cada
átomo reverberando en los zumbidos diminutos
del vació.

Con dolor todo se siente.
Con la angustia acrecentándose en mis palabras
te acaricio mejor y al mirar al cielo tu recuerdo
se convierte en mas furia, vaguedad subyugada
a mis campos lejanos.

Trato de arrancar esta enfermedad de
amarte tanto.