Techos Malditos

poema de Caralvicra

Oscuro invierno infinito.
Lloras otra vez sobre los techos malditos.
Llora también mi corazón desolado, porque no la tengo, porque no esta hoy a mi lado.
Miro las nubes escondido de la Luna.
Mientras el humo de mi cigarro flota en el viento nocturno.
Flota como si mi alma se escapara de mi cuerpo a buscarte.
Te extraño, no entiendo, salgo y entro de nuestra casa.
Tus fotos mi miran, me hablan.
Sentado en nuestra cama, escucho el susurro de tu ausencia soplar por mi espalda.
Pandemia larga y triste enamorado de tu recuerdo invencible.
No puedo creerlo ayer todo era un bosque de besos, y hoy solo flores mas silencio.
Ahora que se han dormido nuestras semillas.
Trato en vano de llamar a morfeo con pastillas.
Sigo dibujando palabras para aliviar la herida que sangra.
Sabes ya no rezo como antes.
He perdido el encanto
Creo que mi fe se agoto de pedir tanto.
Cada noche rogue para que la muerte no viniera a separarnos.
Pero esa noche tormentosa que aun humedece la memoria de mis ojos. Llego de forma silenciosa.
Lo supe cuando vi a tu golondrina dejar el nido de tu cuerpo.
Mientras tus ojos se quedaron abrazados a los mios.
Como en ultimo beso.
Acaricie tu cabello valiente
Bese tu frente cansada
Y tú ya no estabas...
La eterna lucha terminaba.
Después volvio el mundo a girar
Volvio el estupido sol a brillar
Volvio la gente a caminar
Volvio el ruido, la alegria, los sonidos, la rutina de este universo vacio.
Y mis ojos fueron rios como ahora cuando escribo.
Cae el lapiz de pena sobre las venas de mis palabras.
Porque tú ya no estás
Y no puedo hacer nada
Aunque escriba mil poemas o resuenen las campanas... jamás volveré a escuchar el canto de tu voz cada mañana.