Vengan a mí,
se los ruego,
para decirle mi amor,
a mi preciosa mañana
de femenina belleza.
Vengan a mí,
se los ruego,
Caliope,
Safo,
Talia,
y reivindiquen mi pluma
de palideces robadas,
o derramen vuestra sustancia
en esta tinta gris
que al cielo clama.
Comentarios & Opiniones
Que excelente!
Creo que ellas están a tu lado
Brillante poeta.
Abrazo!
Linda súplica amigo lejano, un abrazo Alberto.