Castrosos.

poema de Erasmo

Recordando a don merluzo
me acordé de los castrosos.

Con el aifon nuevecito,
siguiendo a ruzarincito,
ese izquierdoso incoherente
que engrupe a tantísima gente.

Ah... el castroso incongruente,
como el famoso con mucama,
rockero y con servidumbre,
cuando canta "dar es dar"
y hoy eso es herrumbre.

Hasta gustan de uniformes,
los castrositos amigues,
pero ya no los fatigues
con sus panfletos deformes.

Gustan del lujo y caviar,
pero hablan de los pobres,
por debajo van los sobres
de la mesa y negociar.

Ay pobrecillos castrosos,
tan tontos y tan mañosos,
arreglando el mundo en bares
y en el boeing nuevos lugares
visitando sonrientes,
con naiki de zapatillas,
y no reparten su ingente
cantidad de billeticos,
acomodados y ricos.