Afeitadora.
poema de Erasmo
Como tengo cara de niño.
procuro dejarme la barba,
ya que no soy un lampiño,
y en mi quijada escarba.
Pero a la vez este calor,
¡molesta con sus fruiciones!
aunque repito oraciones,
no amaina su infame valor.
De treinta y pico y chirolas,
de insoportable bravía,
acechando noche y día,
con su molestas cabriolas.
Y tengo que acudir,
sin más remedio ni santos,
a mi afeitadora de tantos
pocos usos y aplaudir
porque funciona todavía,
¡es porfiada como yo!,
no desiste en su existencia,
aunque la deje arrumbada,
o en el rincón olvidada.
¡Tanto en común que tenemos!,
mientras roza mi barbilla,
y un secreto en la sencilla
confesión de lo que vemos
reflejado en la vidriera
del espejo traicionero,
como si el rito tuviera
el compás de un cancionero.
Comentarios & Opiniones
Que bello léxico! Un placer de letras.saludos cordiales y beso.