La vicistud de Lucero

poema de Adversario

Lucero!
Tus lágrimas calman tu ira
Apaciguan y apagan las llamas
Lucero
Tu suspiro es una brisa
El último aliento
De una vida.
Tal como el viento
Que poco a poco
Se transforma en un huracán
acompañado por una tormenta.
Oh Lucero,
Tus ojos desprenden chispas
La rabia y el enojo
destrozarán una vida.
Lucero
Me asustas...
Eres ideóneo y valiente
Insolente y demente
Y no sé realmente
De qué seas capaz
de formar.
Lucero
Eres sufrimiento
Sin inicio, algo eterno
Ni un final veraz
Lo que sí es verdadero
Es el potente odio
Ahogas un deseo
El de desterrar a un necio
Lucero
Tus sentimientos igenuos
Llevaron a tu alma Y corazon
A ser destruidos, quebrados
Fácilmente aplastados
Completamente destrozados
Al tu confianza haber regalado.
Lucero
No cambies
No seas Adversario
Tu cordura se ha envenenado
Tu sangre ha espesado y cohagulado
Tu aliento inexistente
Alienta los incompetentes
No alimentes mala gente
Si ceden es por suerte
No gastes tiempo, que vale oro
Irrecuperable, no eres dueño del espacio
No eres un Dios divino
Ni un señor superior
Eres un Lucero hermoso
Que en su lumbre ilumina
A los necesitados de gloria
Que en la oscuridad y escoria
Se pudren cada vez
Mas y más sin detener
Los pobres anhelos
De brillar como tú, Lucero.
Mas si te vuelves Adversario
Estarían contrariados
Afable puedes ser
Pero cruel e inhumano
Fiero y despiadado
Brutalmente salvaje
Da mas miedo a los cobardes.
Lucero, no cambies...