Clausura mental

Dando vueltas en el matraz de un loco
la luz me llega bajo el influjo de un prisma violento,
el suelo recubierto por sucias banderas
y yo sin himno que cantar,
sin melodía que me acoja en falsa armonía,
me siento la pluma que escapa de la cárcel del pájaro...

Siempre obsesionado con el final de la historia
cuando aún estoy enquistado en el prólogo de todo,
soy algo volátil,algo inestable,algo quebradizo,
en manos de un dios con parkinson
soy el cristal...

A veces no puedo evitar
que el vacío se apropie de todo el espacio
aunque me autoengañe
creyendo haber repoblado lo que antes era desierto,
no puedo evitar seguir sintiendo sed,
seguir sintiendo ansiedad
por el ruido que recubre mi colmena,
por el bullicio que rodea mi hormiguero,
por las horas que mueren en mi clausura mental...

Mi agonía descansando en un ovillo estúpido,
mi alegría dispersa en unos ojos marrones,
mi cráneo como mazmorra para esta locura,
ignorando con vehemencia al que da la voz de alarma,
normalizando la pereza hacia la derrota,
sometido por inercia a la rebeldía ante la rendición,
confinado en esta eterna resistencia...