RESPIRA PROFUNDAMENTE (POEMA 2)

RESPIRA PROFUNDAMENTE

Cuando la beses, solo bésala,
cuando la acaricies, solo acaríciala.
Cuando gustes el sabor de su piel,
solo gusta el sabor de su piel.
Tocándola, enamorándola, besándola, consintiéndola,
tómalo con calma y respira profundamente.

Cuando mires su cuerpo, solo ve su cuerpo desnudo
y cuando beses su boca, solo besa su boca, hazlo tiernamente.

Deja que aquellos instantes maravillosos se apoderen de ti.
Son momentos de estremecimientos,
de intimidad, de entrega total.
Piensa en ello, serenamente, no te distraigas.

Cuando le hagas el amor, solo hazle el amor, se vulnerable
y recuerda, el amor del bueno solo atrae cosas buenas.

Que cada caricia sea más intensa y agradable,
enfócate en tus pensamientos y trátala con suavidad.

Luego, posa tu lengua en la comisura de sus labios,
posa tu boca en todo su cuerpo
y cuando la beses, solo bésala.

Cuando beses su boca, solo besa su boca,
juega con sus labios, hazlo con dulzura
y deja que la belleza se apodere de ti.

Cuando la enamores, solo enamórala
y al abrazarla, hazlo con el alma.
¡Cuando le hagas el amor, solo hazle el amor!

Encendamos una luz en lo alto
y el amor asomará espontáneamente.
Expresa tus sentimientos y necesidades, pero, no te apresures, se paciente.

Cuando tomes sus manos, solo toma sus manos,
cuando beses sus labios, solo besa sus labios,
es un regalo de Dios para tu boca.

Disfruta de sus besos, de sus caricias ardientes,
deja que el momento sea tu guía y respira profundamente.

Recuerda, la intimidad no solo trata de lo físico,
también de lo emocional
y hazla tuya, hazla tuya hasta dejarla sin aliento.

Entonces y solo entonces, debes mirar para adelante,
el momento es sagrado y exclusivo,
qué cada soplo sea más intenso y delicioso.
Sólo da gracias a Dios y siéntate a su lado.