AQUELLAS NOCHES DE PASIÓN

AQUELLAS NOCHES DE PASIÓN

En la vida, enamorarse es una aventura inolvidable que te hace sentir vivo y dónde nada es imposible,
aquella sensualidad cuando nos mirábamos a los ojos,
esa locura de sentirse deslumbrado por todo, no sabes.

Enamorarse es una experiencia que te hace sentir que estás viviendo en un sueño,
aquellas noches de pasión, donde cada beso es un descubrimiento,
cuando abrazados, mi fantasía recorría tu piel y nos juramos amor eterno.

Esa manera tan dulce que un hombre puede enamorarse de una mujer, con el corazón, con el alma,
con arrobo contenido y llevarla consigo en su mente,
a cualquier lugar a dónde vaya.

De tal forma que nunca me veo solo, nunca estoy solo,
llevo conmigo todo lo que representas, te llevo conmigo en el sentimiento,
y me hace sentir que nada es imposible.
Incluso, te llevo en mi pensamiento cuando me visto de don Juan,
y voy por el mundo creyendo que te he olvidado.

Pero, vives en el pan que me llevo a la boca,
en el agua que aplaca mi sed, en el aire que respiro,
o en el graznido de una lechuza de un monasterio otoñal.

Te llevo conmigo en mi mente y extraño todo lo que me recuerde a ti,
extraño aquellas experiencias que vivimos, los momentos que estuvimos juntos,
esa sed terrible de tenerte entre mis brazos, para decirte que lo eres todo en mi vida.

Extraño aquellos momentos, soñando los mismos sueños, cuando nuestras almas volaron por la imaginación,
fueron sueños que hicieron de este mundo un mejor lugar para los dos.
Fueron sueños que te cambian la vida y te hacen ver las cosas diferentes.

En la vida, enamorarse es soñar juntos los más dulces sueños,
que sin saber porque ni cuando, me enamoré así, de esta manera.
Son instantes de fantasías, de encanto, de ilusiones, de amor infinito, de frenesí,
que ya no puedo arrancarte de mi cabeza.