Puntas suspendidas

poema de Acero etereo

¿Es que no hablan de nada ustedes?
¿Que dicen los adolescentes?
¿Que quieren?
¿Leen líneas del dolor por diversión?
¿Son los sádicos de la madrugada?
Angélicos contesten el llamado, se que lo ven.
Ustedes son el mañana, yo y los intelectuales estamos muertos, fritos angelitos. Son ustedes los que llegan para hablar.
¡Hablen entonces!
¿Que esperan? ¿Que temen? ¿A que le tiemblan?
Hijos del vinedo griego. Plebeyos de las estrellas, amores de Haydn, lame botas de la moda del show... ¿Que van a gritar?
¡¿Que van a decir!?
Escucho las cadenas en sus canciones, veo los precintos presupuestos de su aldea.
Me oprimen sus pinturas, y sus libros animales.
¡Hay que poner fin y lo saben!
¡No consuman hijos del asco!
Plástico y porcelana.
Psicología y espíritu.
Madera y perfume.
¡Algo van a tener que contestar a esto amigos del posmodernismo!