Y una vez brilló...

Y una vez brilló
la luz en mi corazón,
creyendo que te preocupabas
realmente por mí,
y me aconsejabas
haz esto, haz lo otro,
no vayas por aquí,
anda por allí,
hasta que descubrí
que no te importaba

lo que sentía,
ni mis causas,
ni mis batallas,
ni mis ideales,
ni yo como persona.

Y dijiste,
porque si tu pierdes
aquello, no podrás hacer
esto y me quedé quieto,
y luego seguí mi camino,
solo conmigo mismo,
como siempre había sido,
estaba sin ti,
dándome supuesto aliento.

Al final eras como
una pesada carga,
que apenas me dejaba avanzar,
que me tiraba para atrás
y no me dejaba
escalar la montaña.

No serías un peso
si pensaras un instante
en como me siento,
y que procedo de acuerdo
a lo que me hace bien,
eso que me hace bien,
te cae mal a ti porque
me beneficia a mí solo,
y yo te doy hasta donde puedo,
solo necesito un por ciento
para mí,
no me lo pidas,
no me lo reclames,
que no lo soporto,
mis planes
no te dejaran afuera,
te favorecen y aun pides más.

Es pesada esta mochila
con carga pesada.

Imagino que estoy
a punto de llegar
a la cima,
y alguien me da
la mano para subir
el escalón final
y luego grito de alegría,
"Ya no me importa nada de lo mio,
amo a todos y a todo"