Solo silencio

La noche parece decir mucho,
es como un cajón donde quedaron encerrados
los sonidos de lo móvil,
de lo prófugo,
de lo cierto;

sonidos
que quedaron amortajados
a falta de luz, de sombras,
de esternones donde latir,

de espaldas donde morir de cansancio,
de lágrimas donde mojarse de amor.

Pocos quedan en la calle.

La amarillenta luz de las farolas
se parece a la del ocaso,

y alguien que deambula
no parece enterarse de nada.

Cierro la ventana.
Quizá sea yo el que desvaría
y la noche sea solo silencio.

Es hora de dormir.