Lagunas de desesperación I

Entenderme es un desafió del día,
las lagunas mentales aparecieron en el ayer,
no recuerdo bien,
desear, amar, o querer,
esta bien saber más y a la vez perder.

Sacrificios que este cuerpo debe hacer,
de día y de noche una lucha,
a los ojos del moribundo,
mi condena es pasión,

a los ojos del acaudalado,
mi condena es obsesión.

Ilustrame señor o señora,
dígame cual es mi deber,
mi meta sin razón,
mi estrategia para continuar,
pues las venas se desangran sin más,
y para mi querer es odiar.

Siento mis sentidos perdidos,
mi mente colapsada,
los oídos estallar,
las venas agrietadas,
y esta demencia iniciar.

Decido alejarlos del fuego,
de las voces que acosan sin consejos,
de aquello nulo y nefasto a lo bueno.

Caminar en nubes,
es una utopía,
pues las espinas me quieren tener.

Sangrare más y más,
me envenenare y dañare todo mi ser,
y si debo olvidar,
que así deba ser,
pues caminare por mi y para mi,
señor y señora lo verán bien.

Ayer empezó y hoy sonrió,
no hablo de mi,
es un delirio que me empuja,
siento el miedo en la vena,
en un sitio remoto al interior.

Y dígame señor y señora,
que si ve miedo,
esta vez no lo es,
es delirio de mi a su ser,
caminando y ahogando,
lo que un día no fue.

Y entre mis ultimas palabras,
sonrió repitiendo,
la condena del moribundo y del acaudalado,
ellos sonríen sin más,
y yo exclamo amar,
a el mal y el bien,
me siento más humano ahora que se,
que mi delirio es,
vivir en medio de tanto infeliz.