Hoy nadie vendrá a despedirnos

Hermano, hoy te he llamado
Antes que la pena me arrastre
Muy lejos de ti.
Antes que se disipe este domingo
Y se evapore mi sangre,
Pensaste, quizá asustado,
¡Hasta dónde tenemos que seguir!

Fuimos lo que no pensamos.
Y cansados, muy cansados

Hemos bebido la última cena,
Y hemos reído como nunca,
Y hemos deshojado tantas penas.
Hoy nos cubre una luz fantasmal.
¡Hoy nos cubre un cielo gris!

Hermano, hoy que nadie vendrá
A despedirse de nosotros...
Yo me pregunto:
¿Por qué las parejas sonríen y lloran?
Si ya no regresaremos,
¿Por qué creen que volverán a verse?
Hermano, yo no lo puedo sentir.

Las manos alzadas en la lejanía
Y el clamor que sabe a melancolía
Presagian nuestros destinos
Al cual vamos, del cual venimos.
Hermano, tiembla un corazón a lo lejos
Y se hace lento y sube al cielo.
Al cielo, a dónde no iremos.

Igual que ayer, nos veremos
Como hoy que brillan nuestros ojos,
Hermano, los rostros impasibles.
Ya verás. Y descansaremos
Los brazos y los huesos invencibles
En la otra vida, lejos de esta guerra,
Donde otra tragedia nos espera.