Compendio de aclaratorias

Entre las tragedias embalsamadas
de mi saco de misterios sin resolver
brilla el fulgor insolente y diáfano
de una bola de cristal rayada, ramificada,
que esconde por dentro los desvelos
de mis adioses incomprendidos, esos que
aquí mismo, perdería idóneamente
al ponerme de sepulturero con complejo de poeta
a describir entre interrogaciones del tipo
¿Qué haces esta mañana, luna roja?
y también, para dejarlo bien claro,
¿Por qué no nos basta con discernir lo que desterramos?
Y es que simplemente en este hematoma
que se coagula como un río entre mis venas,
yo me siento vivo, mas me alejo
aun sabiendo que yazgo encadenado a sus cadenas,
tristemente, oh clemente desolación,
tenemos una historia de buzos que no llegaron a portar
el oxigeno adecuado en su cantimplora,
complejamente así es que se evaporan
mis palabras sobre esta tinta irreal.