Cadena de lamentos

Disculpa si fue muy seco
Cada beso ebrio de mis labios.
Si cada risa, al final
Te resultó avinagrada.
Y en verdad perdona,
Si no supe ser aquel príncipe
Que anunciaba mi rostro.

Hoy más que nunca,
Caigo de cabeza en mí mismo
Y lo lamento.
Lo lamento tanto.
No como quien llora y se resquebraja;
No como quien sufre y hace sufrir;
No como quien no sabe
A qué rincón irá a caer su alma,
Sedienta de reposo.

No, yo no lamento como aquellos
A los que, de alguna forma,
Acabo despreciando;
No lamento como otros tantos,
Te han hecho lamentarte;
No lamento quizá
Como debería.

Por eso discúlpame nuevamente, aún querida.
Y al momento de cuestionar,
Sobre si aceptar las disculpas o
Sobre si desechar mis consuelos,
Por favor, toma al menos la molestia
De no cerrarte la cabeza.

Con esto claro, quiero reiterarte
Que lamento no haber sido el ángel caído
Que buscaste tan insistente,
Tan atenta,
Tan cercana como el viento es a las nubes.

No fui lo bastante apegado.
No fueron suficientes
Mis alardes de buen mozo.
Mas la seducción de mis pasos
Se le escapó a mis manos.

Adiós te digo así.
Lamentando
Que sea
De la única forma
En que nos atreveríamos a lamentar.

Comentarios & Opiniones

La Dama Azul

Caballero encuentros vuestras letras francas y declarantes.

..."lamento no haber sido el ángel caído
Que buscaste tan insistente,
Tan atenta,
Tan cercana como el viento es a las nubes."

Reciba mis cordiales saludos.

Critica: 
Gabriel C. Márquez

Muchas gracias, Dama azul. Un cordial saludo.

Critica: