Poeta blasfemo

poema de Zephkiel II

Poeta de cavilaciones indescifrables
Deja andar tu pluma y que narre y narre
No habrá quien detenga tu mano y diga
¿Qué haces, que escribes o que sabes?
Solo Dios, solo el Padre.

Dudo que seas culto o letrado, cuanto menos ocupado
Pero si preocupado por sentimientos y anhelos cuanto menos vanos.
No habrá quien corte tus alas y ponga sobre ti su mano
Solo Dios, solo su mano.
El numen tuyo no es de musas ni de humanos
No desciende de la luna ni del amor o sus derivados
No habrá quien cuestione tus versos delicados y profanos.
Solo Dios, sólo los santos.

¿Qué te inspira oh poeta, a estar sobre esa silla?
A Escudriñar, pensamientos de mortales
Filosofías de sofistas, posmodernos y lamentables.
Buscas aguas de manantiales a orillas de un riachuelo
La sabiduría ya ha sido dada, para adorarle a el
Solo a Dios, sólo al cielo.