El duelo entre la razón y el corazón (Narrativa)

Cansados de estar constantemente en discordia, la razón retó a muerte al corazón.
Le dijo:"_Oye, tú, crédulo, confiado y terco. Estoy harta de decirte que te calles y aún persistes en gritar tu desconsuelo! Ya no quiero oírte más y por eso te reto a duelo!"_
El corazón, valiente, se levantó, tomó sus armas y comenzó la lucha...
_"Quien te ama, lo demuestra con hechos"_ fue la primera estocada de la razón.
Y el corazón sintió el frío del acero...
_"Se ama sin condiciones, ni límites, ni tiempos"_ fue la defensa del corazón, y tocó a la razón, en valiente intento.
Pero ésta, con coraje le respondió con un _"Si tú valieses tanto, serías codiciado y defendido. Pero jamás ignorado."_
El corazón recibió el nuevo pinchazo más profundo...
Gruesas gotas de sangre comenzaron a brotar, pero siguió luchando...
-"El amor del bueno, se da sin pedir nada a cambio."_
La carcajada de la razón le pegó como una bofetada tras un _"El amor del bueno siempre está presente, te protege y busca tu compañía, porque no existe otro lugar en el Cielo y la Tierra que le haga sentir lo que tú".
Pocas fuerzas le quedaban al corazón herido, que desde el suelo se defendió:_"Tengo miles de recuerdos que me dicen que soy valioso. Guardo cuán baúl celoso los más grandes tesoros que se hayan ofrendado y en su nombre seguiré sintiendo el amor!"_
_"Pues...ese tesoro que guardas sólo brillará para tus propios ojos, porque si no puede salir a la luz del sol para deslumbrar con su brillo, no es más que negro carbón y de qué sirve tenerlo?"_picó nuevamente la razón.
El corazón, herido gravemente, aún intentó una última defensa..._"Porque ese tesoro que guardo, fue un regalo de Dios"_
La razón, dudó un instante...
No encontró el punto dónde atacar tan enorme defensa.
Buscó otro punto débil para dar su última estacada, pero no la halló...
Desde ese día, el corazón se hizo más fuerte.
Curó sus heridas.
Pero no cambió.
Y la razón entendió que sus argumentos no pueden combatir con la coraza que recubre el lugar donde habita el Señor.
Sin dudar, habrá más luchas entre la razón y el corazón.
Mientras existan corazones que amen, siempre habrá razones que intenten comprender porqué.
Y cuando no logren entenderlo y les molesten sus lamentos, habrá pelea.
La razón es fría y calculadora.
El corazón es débil, pero el amor lo convierte en casi inmortal.

Yisa (20/8/2013)