Sin Embargo
poema de William Somerset
Yo no quería jugar con fuego
Sin embargo, ardí en deseo y pasión
Cuando tu mirada se posó en mí…
Cual iceberg mi corazón
Se derritió al ver tu sonrisa…
Yo que había cerrado
Todas las puertas al amor
Y Llegas tú
Y derrumbas todos mis cimientos…
Una vez más la vida
Me sorprendió.