Centro Diurno de la Tercera Edad de Alajuela

Centro Diurno de la Tercera
Edad de Alajuela

Me siento en una mesa a almorzar,

Con 47 viejitos a quienes vine a visitar.

Antes de almorzar, se pusieron a rezar

Y después a Dios gracias dar.

Hay viejitos de varias edades y de todo color,

están en el Centro Integral de Amor.

Unos tienen anteojos, sombreros y bastones,

pero todos son sabios y con ilusiones.

En los años que he caminado,

nunca con tantos viejitos he almorzado,

y la verdad me siento muy alagado.

Hay voluntarios y otros hasta meseros,

otros cocinan con mucho esmero;

porque ellos piensan dar amor primero

Y después, se ponen a conversar y hasta cantar

en este lugar de Unión Familiar.

Y por eso yo les quiero felicitar

Y que no cesen en su labor de ayudar.

DIOS vino a esta vida a dar

Y ustedes fortalecen la caridad,

de dar sin esperar recibir,

pero se satisfacen al ver a un viejito sonreír

Y por eso yo les quiero aplaudir.

No solo los cuidan, sino también los guían

Y la alegría juntos compartían.

Porque ellos tienen una gran sabiduría

Que si la pudieran contar

A muchos jóvenes, podrían ayudar

A orientar y hasta educar

En este hogar, algo quisieron cultivar

Es lo que ’’el prójimo puede dar ‘‘

eso se llama el verdadero amor

y lo puedo ver en este lugar.

Esos viejitos hacen de vez en cuando alguna travesura,

pero todo lo hacen con dulzura y hermosura.

Se puede ver mucha alegría por doquier

y entonces pude comprender

lo que en este hogar quieren hacer.

Comprender, querer y tener derecho a reír

en un verdadero vivir, crecer y morir

y por eso les quiero aplaudir

y ojalá que sus familiares los vengan a visitar

para poder completar este hogar...

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Autor: wilbert López López