Sombra de velos, calor de arena, extremidad de camello que zarandea.

Corazón que ya no late,
en mi mesa, las harpías,
Cual paja que lleva el viento ,
Susurran becerras su campaneo,
En cuellos de jirafas altisonante.

Oídlas, para el camino,
que su desdén me hiera,
cual puñal de acero incandescente
en el seno de madre primeriza.

Si me despide de lado,
Dadle en preventiva,
Cual a reina se tratase,
que no es mester desdén ni queja,
Más quede pagado en tesoro
Con cariño de amor baldío.

Mas, con más tardar que premura,
este mundo he dejar,
digale que de vuelta, a otro busque a traer,
que sus dineros no preciso,
y que quede
En deuda eterna con migo.

Comentarios & Opiniones

Penelope

Buen tema, gran título, contenido y bella consonancia! Un placer conocerte!

Critica: 
María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Gran placer la lectura de tu buen escrito, saludos.

Critica: