NOCHE.

NOCHE.

Noche que ciernes tu enlutado crespón,
cuál réquiem temporal al croma de la vida,
bajo tu manto palpita o llora el corazón,
por el amor que se tiene o ilusión distante.

Eres confidente de fieles encuentros,
o de magros desvelos martirizantes,
engendras pasiones o sufrimientos,
haciéndote tétrica o fascinante.

Noche que esparces aromas y azahares,
romantizando a oscuras los instantes,
eres convergencia de suspiros o pesares,
por amontes entre brazos o distantes.

A tu embrujo el corazón descompasa
agolpando emociones en las venas
y son caricias de cuerpos que se abrazan
bajo suspiro de lunas en noches serenas.

Más tú eres la misma, nunca cambias,
Ama y Señora de sueños y penumbras,
tu luna de áureo marfil custodia las almas,
que en silencio gozan o lloran sus penurias.

Noche que pasas y dejas secuela,
cómo reloj que marca su tiempo
y así como la vida.. Tus candilejas,
mueren ante el alba y su imperio.

Autor: Víctor A. Arana,
(VICTOR SANTA ROSA),
Abril 16 del 2012.