AJEDREZ.

AJEDREZ.

Te amé en cada espacio del alma,
cómo aman los astros sus alturas
y así cómo ellos orbité en tu vida,
siendo mía tu inocencia dormida.

No te busqué porque estabas en mí,
cómo tierra que preexiste la semilla,
fertilizó este amor tu arbolado bosque
y fui sombra en dorado día o serena noche

Te acaricié plena inmerso en tu figura,
cómo el río desliza suave en su cauce,
sentí tu palpitación rebosar de ternura
y tu apetito erguido cuál lozano sauce.

Recorrí tu piel cómo mariposa en flor,
polinizándole cada poro con fervor;
Me fundí a tu cuerpo ávido de pasión
y en supremo instante mío tu corazón.

Me fue tu cuerpo apetecida Ambrosía,
regios encantos que aspiré reverente;
A cambio tú te llevaste mi vida,
en cada gemido de placer ardiente.

Aplaqué en demasía mi ardoroso deseo
y el tuyo... Mis labios en cada perfil,
también mis manos desde firmes alturas
hasta candentes ciénegas de tu placer.

Fue nuestro lecho una mesa de ajedrez
y práctica de magistrales movimientos;
Me tuviste en jaque de cabeza a los pies,
pero yo sometí tus apetitos sedientos.

Más no hubo ganador..
Sólo amor y Sentimientos.

Autor: Víctor A. Arana,
(VICTOR SANTA ROSA)
Octubre 31 del 2011.

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