Los milagros no cansan

Hoy no puedo escribir.
A veces cansa el no cansancio.
Estar despierto cansa.
Y cansa dormir sin cansancio.
Las palabras cansan.
Decir lo mismo cansa.

Cansa el saber las cosas que no existen.
Y las cosas que existen, cansa saberlo.
Cansan las posibilidades.
En resumen, cansa estar consciente.

No, no me permito la fantasía.
Ser otro, ser otra cosa, ser siempre el mismo.
Todo cansa al mismo tiempo.
El cansancio del tiempo cansa.
Cansa pensar en el suicido.
Ya cansa pensar siempre en la muerte.
Hasta la vida cansa.

La vida con tantas cosas.
Y uno siempre la misma cosa......cansa.
Uno se cansa de no entender la vida
(Y es pura necedad)
La vida es como es, ¿Qué más podría ser?
Y si pudiese ser de otra manera.
Tendrá que quedar para mañana.
Porque hoy también.
Cansa pensar en mañana.

Hasta el aburrimiento cansa.
¡Hoy no puedo escribir!
Hoy podría escribir de los milagros.
El milagro de no cansarme.
De esa esperanza en mí mismo.
Sin que me canse.

Aceptar lo bueno y malo del mundo.
Sin que me canse en absoluto.
No cansarme de aceptarlo todo.
Como si todo fuese un paquete.
Un milagro que haga que no me canse.
Que no me canse de que Dios no hable.

No cansarme jamás de los milagros.
Porque:
La eternidad de imaginarla, cansa.
Quizás el milagro de lo temporal la salva.
Lo temporal le da descanso a lo eterno.
Descansar un rato no tendría que cansarme.
Pero:
Me cansa.

Y pensar en el descanso eterno.
(sin ser desagradecido)
Hacer por siempre lo mismo,adivinen,cansa.
Hoy mejor podría escribir de milagros.

¡Porque los milagros
por añadidura
nunca cansan!